Deforestación

Los Dinosaurios vs. los Habitantes del Siglo XXI

por Maximiliano Salomoni 


Fotografía: Neil Palmer


La deforestación de los bosques, selvas y ecosistemas naturales se deben a una forma de pensamiento depredador arquetípico que dominó la economía y la sociedad hasta el siglo XX. Hoy siguen teniendo fuerza, quizás con una voracidad y un poder destructivo nunca antes visto. Pero algo está cambiando en estos últimos años: éste nuevo siglo ya no es su tiempo. El crecimiento económico basado en un desarrollo económico no sustentable es un vestigio de otros tiempos en la mente de las nuevas generaciones: los nuevos habitantes del siglo XXI.

El poder destructivo del ecocidio es alto aún, pero también son altas las probabilidades de que este pensamiento fósil en formación se extinga en los próximos años, de todas formas ¿hay opción? 
O se extingue el pensamiento ecocida o nos extinguimos todos.


DEFORESTACIÓN DEL AMAZONAS


LOS HECHOS


En julio de este año algunos pocos medios reflejaron la noticia sobre el aumento en este último semestre de la deforestación del territorio amazónico brasilero, fruto del aumento de proyectos de apertura económica extractivista en la selva. La espectacular cobertura mediática de los incendios del Amazonas de fines del 2019 que hicieron los grandes medios contrasta con el silente presente. Ya no es noticia. 
Sin embargo, el período que va de enero a junio del 2020 la pérdida de selva aumentó un 25% comparado con el mismo período del 2019. Esto significa 3.069,61 km2 de bosques desaparecido. El impacto mediático se hizo humo y ahora la pandemia de coronavirus es noticia. ¿Tiene relación la deforestación y la pandemia? ¿O son sólo noticias sin otra relación que la sucesión de alertas en las pantallas de las empresas de comunicación? No genera impacto ya el aumento de la destrucción de la selva. La deforestación sigue, a pesar de ser pocos los medios que tratan el tema1.

La alerta la disparó el Instituto Nacional para las Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE)2 en un reporte de desforestación en tiempo real. Esto hizo que organizaciones no gubernamentales como WWF3 -que ya venían denunciando esta situación- y fondos de inversión de Europa, Asia y Sudamérica -que administran colectivamente cerca de 4 billones de dólares- enviaran el mes pasado una carta abierta al gobierno Brasilero pidiendo que anule y cese los proyectos de apertura económica que están diezmando la región. 

Las múltiples y cotidianas denuncias apuntan a las empresas que realizan extracción ilegal de madera, minería y ganadería en áreas protegidas. Pese a algunas tibias y controvertidas medidas del gobierno del Brasil, como la militarización de la zona, la operación GLO (Ley y Garantía de Orden)4, la situación crítica del Amazonas sigue empeorando.

En el caso de Brasil, el mal manejo de los recursos naturales de la selva amazónica configura un escenario de crecimiento económico basado en la depredación de la naturaleza, deterioro de las condiciones de vida de los habitantes de lugar –y contra su misma vida- y además contra el desarrollo económico del país. Vale decir que en este artículo nos focalizamos en la amazonia brasilera, pero el modelo extractivista está presente en todo el mundo y Argentina no es la excepción: basta con ver el desmonte del impenetrable chaqueño, la desforestación de bosques en Salta y tantos otros ejemplo como la violación permanente a la Ley de Bosques, la venta y extranjerización de enormes cantidades de tierras, la expansión de la frontera agropecuaria hacia terrenos que antes no se podían explotar; ocasionando desmonte, contaminación de la tierra y napas de agua con agrotóxicos, empobrecimiento de poblaciones, extinción de especies animales. Todo gracias al modelo agropecuario de exportación a gran escala, la apropiación de los recursos bajo un sistema feudal de terratenientes y explotadores capitalistas salvajes de commodities. Todas canciones de repertorio conocido del folclore nacional y regional.

Y es que, no debería haber lugar -ni tiempo- en el globo terrestre para un crecimiento económico que no esté basado en un desarrollo económico sustentable. Y esto ya no sólo lo dicen militantes de grupos ecologistas, sino economistas y empresarios de todo el mundo.


CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO


Repasemos conceptos básicos sobre crecimiento y desarrollo económico. 
El crecimiento económico5 es un proceso sostenido a lo largo del tiempo en el que los niveles de actividad económica aumentan constantemente. Se relaciona con la evolución de la producción y riqueza de un país. Se mide con la evolución del PBI. 

En cambio, el desarrollo económico6 es un proceso de crecimiento y cambio estructural que conduce a la mejora en la calidad de vida de la población (Vázquez Barquero, 2000) que tiene como objetivo, ampliar las oportunidades de las personas centrándose en la riqueza de la vida humana.


LOS ECONOMISTAS


¿Puede existir en pleno siglo XXI un crecimiento económico sin desarrollo sustentable? Veamos que dicen los economistas. Los autores Francisco Mochón (UNED, Madrid) y Víctor Alberto Beker (Universidades de Belgrano y de Buenos Aires) en su libro Economía, Principios y Aplicaciones hablan en el capítulo de crecimiento económico sobre los costos de éste: Contaminación y agotamiento de determinados recursos naturales con una mirada cortoplacista “Se pueden causar daños irreparables en el medio ambiente con el riesgo de que originen desequilibrios ecológicos de alcance impredecible”.

El economista Ha-Joon Chang (Cambridge) en su libro Economía para el 99% de la población Chang escribe sobre crecimiento económico y desarrollo económico: 

“los límites que el medio ambiente impone al crecimiento económico… nuestras actividades productivas y de consumo, supone una amenaza para la existencia humana. Además, numerosos recursos no renovables se están agotando rápidamente. Incluso la capacidad de la Tierra para generar recursos renovables, como los productos agrícolas o forestales, podría verse desbordada por la creciente demanda de dichos recursos. Resulta evidente que vamos a quedarnos sin planeta si no encontramos la manera de controlar los impactos de nuestras actividades económicas sobre el medio ambiente”.


LOS EMPRESARIOS 


Volvamos al caso brasilero. La gigante Storebrand, la empresa multinacional de servicios financieros de origen Noruego7 fue la encargada de organizar una carta con la firma de las 29 empresas internacionales, que gestionan juntas 3,75 billones de dólares en activos, donde advirtieron en el comunicado dirigido a las embajadas de Brasil de ocho países (seis europeos, Japón y Estados Unidos) que revisarían sus inversiones en el país sudamericano si el gobierno no toma medidas para revertir la desforestación de Amazonas. 
Además, estas empresas refieren a las amenazas de multinacionales y numerosas organizaciones no gubernamentales de boicotear productos brasileños importados como represaría al debilitamiento de políticas ambientales y recorte de presupuesto a programas y fundaciones como Funai (Fundación Nacional del Indio) o como el Ibama (Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables).

 "Es con gran preocupación que observamos la tendencia de crecimiento de la deforestación en Brasil. Estamos preocupados con el impacto financiero que la deforestación y la violencia contra los derechos de los pueblos indígenas pueden tener sobre nuestros clientes y compañías en que invertimos, por potencialmente elevar los riesgos de reputación, operacional y regulador", advierten en la carta. 

Lejos de ser un llamado al aire, estas empresas son fondos de inversión que donan millones de dólares al gobierno brasilero para financiar por ejemplo el Fondo Amazonia, creado en 2008 en el gobierno de Lula Da Silva y que hoy cuenta con 850 millones de dólares que son administrados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)8
Bolsonaro, a pesar de haber llegado incluso a tildar de intervencionistas a estas empresas -y estados que participan de los fondos de ayuda, como Noruega, Alemania, Francia, etc. -no quiere dejar de percibirlos -llegó a proponer utilizar la plata de esos fondos para “indemnizar” a terratenientes- por lo que la situación se encuentra en un tire y afloje de máxima tensión.9 

Lo importante es que estos recursos financian proyectos que generan sustento y desarrollo a comunidades locales, ayudan a socavar el hambre, la mortalidad infantil, y enfermedades devenidas del desastre ecológico y poblacional de la zona. Todas estas empresas están comprometidas con el desarrollo ambiental. Uno de los beneficios del crecimiento económico citados por los economistas Mochón y Beker es que el crecimiento suele ser una clave para alcanzar un nivel de vida más elevado y permitir así a la comunidad disfrutar de mayores bienes y servicios. 
Pero ¿qué pasa cuando el beneficio es sólo para unos y además va en detrimento de las condiciones socioeconómicas y culturales de comunidades enteras exterminando un recurso natural “escaso” como es la naturaleza?


LOS DINOSAURIOS DEL SIGLO XX 


ECOCIDIO EXTRACTIVISTA


Llamemos “empresas dinosaurio” a aquellas que insisten con la mentalidad antigua de no comprender que crecimiento económico puede y debe ir de la mano de desarrollo sustentable: en armonía con el medio ambiente y respetando los derechos de los habitantes. Son las que se resisten a adaptarse a un nuevo tiempo. 
El diario español La Vanguardia publicó un artículo titulado “Muerte por soja en El Cerrado de Brasil”10. Presenta allí el caso de cómo grandes hacendados, fondos financieros globales como Black Rock (bien conocido por los argentinos por ser uno de los fondos buitres que siempre empantana la negociación de las deudas que dejan los gobiernos neoliberales) y distintas empresas multinacionales destruyeron ya el 40% de los bosques de la meseta sudoeste de la Amazonia. Aquí terratenientes ganaderos, madereros y sojeros han deforestado y destruido una extensión de tierra de 4 veces la superficie de España. Si, 4 veces. 

En el artículo se nombra una lista de empresas dinosaurio como Cargill, Bunge y ADM que explotan el monocultivo de la soja en la zona de El Cerrado que ya es todo propiedad privada -a diferencia de Amazonas que es propiedad del estado- Pero no sólo todo el enorme y diverso ecosistema se ha devastado sino que por debajo de la tierra se encuentra un enormes acuífero, que no es ni más ni menos que “el depósito de agua subterráneo más importante de Brasil; recicla el agua en todo América del Sur y tiene suma importancia para evitar sequías”. 
Veamos la economía: El 50% de la soja brasileña procede de El Cerrado y se exporta a Asia y Europa y es usada principalmente para alimento a los animales que comerán los humanos de esos continentes. Estas exportaciones son un elemento central del crecimiento del PIB brasileño. Entonces, aquí tenemos según las definiciones de los economistas desarrollados en párrafos anteriores, un ejemplo de crecimiento económico pero no de desarrollo económico. 
Es decir sirve para enriquecer a algunos dinosaurios exterminando la biodiversidad y empobreciendo a las poblaciones locales. 

El que crea que la situación de la Amazonia o El Cerrado tiene que ver con problemáticas de países subdesarrollados se equivoca: Una enorme lista de bancos, constructoras, siderúrgicas y corporaciones variadas de capital internacional también son responsables de la deforestación en la Amazonia. 
El portal De Olho nos Ruralistas11 demuestra como el PIB mundial participa directamente de este fenómeno. De nuevo: crecimiento económico global ecocida. Este sitio web ha publicado una lista de empresas y particulares multados por desforestación o estragos relacionados de los últimos 25 años, entre los cuales la participación y responsabilidad de capitales internacionales es abrumadora. Incluso de empresas que publicitan campañas de compromiso con la sustentabilidad. 
La responsabilidad de la economía global en la deforestación de Amazonas se encuentra muy bien explicada en el artículo “Los arcos de violín de las salas de conciertos destapan la deforestación en la Amazonia” del diario español La Vanguardia.12 Tanto la deforestación en Amazonas como en El Cerrado y otras regiones producen no sólo desastres ecológicos y ambientales sino consecuencias directas en la salud humana. Veamos los dos escenarios de esta cuestión.


GENOCIDIO EXTRACTIVISTA


Primero Escenario

La Seguridad y Salud de los Lugareños Los desastres ecológicos atañen primeramente la salud de las personas que viven en los lugares donde ocurre el extractivismo. Los peligros son diversos y van desde el peligro directo de muerte, desapariciones o desplazamientos forzados, por confrontaciones con fuerzas de seguridad del estado, de los señores feudales o de las empresas privadas; a riesgos en la salud por contaminación o convivencia directa con distintas resultantes de la explotación económica. Por ejemplo en el caso de la deforestación, los incendios en las áreas deforestadas suelen provocar un aumento de las enfermedades respiratorias.


Las Naciones Unidas

La lucha contra esta problemática es abordada por diversas ONG humanitarias, o sectores relacionados con los derechos humanos. Desde el aspecto del desarrollo económico la Organización de las Naciones Unidas ha difundido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)13 
El concepto de desarrollo sostenible se plasma aquí en “fomentar la prosperidad y las oportunidades económicas, un mayor bienestar social y la protección del medio ambiente, es el mejor camino a seguir para mejorar la vida de la población”. La lista de objetivos se interrelacionan entre sí y articulan desafíos globales como la pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la justicia, etc. estipulando un plazo como meta. 
Lo importante es concientizar y comenzar a transitar este nuevo siglo con una mentalidad distinta, que economía sea sinónimo de sustentabilidad “que funcione tanto para las personas como para el planeta” como dice el Objetivo 12 ODS: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Para llegar a esos objetivos y que no sean una utopía de libros de cuentos, es necesario transitar un camino holístico -en el sentido que involucra desarrollar varios aspectos al mismo tiempo y de forma integral e ir incorporando esta nueva mentalidad hacia todxs los habitantes de este planeta.


Segundo Escenario: Enfermedades Globales y Pandemias

Hasta hace poco lo ciudadanos de las grandes urbes veían con ojos de distancia las problemáticas sociales o ecológicas, ocurrían en lugares distantes de casa, afectaban tímidamente a la realidad del día a día. 
Esos tiempos terminaron, y el coronavirus firmó el acta de defunción de esa forma de vida. Hoy todo lo que sucede a nivel global afecta a nuestro día a día. Además de las enfermedades que ya conocemos y que están relacionadas con el cambio climático debido al modelo extractivista que altera la biodiversidad del planeta y que potencia la transmisión de patógenos como dengue, paludismo, tuberculosis, ébola, fiebre amarilla, cólera, etc. y que cada vez están más cerca de los grandes centros urbanos. 

Por si faltaran motivos, aquí va otra razón para cambiar el enfoque ecocida de los dinosaurios por uno medioambiental de desarrollo sostenible: los problemas que trae aparejado la desforestación es la transferencia de diversos agentes patógenos de animales silvestres a los seres humanos que causan la aparición frecuente de nuevas cepas, como el zika, y uno que todos conocemos: coronavirus.

Una investigación reciente de la Academia de Ciencias de Brasil observa los problemas que produce la desforestación. Philip Fearnside14, biólogo del Instituto Nacional de Investigación del Amazonas (INPA) y uno de los redactores del informe afirma: “el control se rompe por la deforestación que da lugar a un mayor contacto entre la población humana y animales silvestres que tienen patógenos desconocidos con el potencial de enfermarnos”
Para ampliar sus dichos refirió similitudes en el escenario sucedido con el coronavirus en Wuhan, en el mercado donde presumiblemente murciélagos y pangolines fueron los principales sospechosos de haber servido como anfitriones del virus, causando el brote inicial. Si un patógeno encuentra condiciones favorables, la propagación de la infección es fácil entre las personas. En este sentido, Amazonas posee una gran cantidad de esos elementos que son una amenaza consecuente y constante para la salud humana.


CONCLUSIÓN Y MANIFIESTO


No puede haber ya crecimiento económico en el siglo XXI basado en formas depredadoras del siglo XX. Deben quedar plasmados y atrapados en los libros de historia. No entender al planeta Tierra como una Unidad de la que formamos parte es mantener un pensamiento dinosaurio antiguo destinado a la extinción. Como bien escaso, económicamente hablando, la naturaleza y el bienestar del prójimo debe ser la máxima de éstos tiempo, la economía debe caminar por el camino del desarrollo económico sustentable.

Debemos frenar el cinismo de los dinosaurios que aún hoy se niegan a ceder paso: son aquellos que hablan de democracia pero viven en un feudalismo. El negocio de la tierra en manos de hacendados ecocidas debe cambiar hacia una reforma agraria donde primen nuevas opciones de desarrollo económico sustentable.

Las nuevas generaciones de empresarios deben tener en claro que no hay chance para seguir el camino de sus abuelos, porque el mundo no resiste más el desangramiento de su superficie.
Los centros de formación de todos los ámbitos deben orientar la mentalidad de las personas hacia un nuevo pensamiento sustentable.
Las personas deben ser más responsables y exigentes, salir de la zona de confort que los medios masivos montan, y ser más críticos: investigar, ejercer el pensamiento crítico, no sólo aprender a leer y escribir sino aprender a ver y comprender.
No hay espacio político, empresarial, académico que pueda no incluir en su agenda la nueva cosmovisión que se requiere, para -nada más y nada menos- organizar y construir una nueva forma de vida.

Los dinosaurios deben ser confinados al pasado, las nuevas generaciones deben empujar fuerte, abrirse paso, antes que no quede lugar ni tiempo para un mañana.



5-6 | Cátedra de Introducción a la Economía, Profesora Silvia Patricia Farías, UNQUI. 2020


Bibliografía

- Ha-Joon, Ch., (2015). Economía para el 99% de la población, España, Ed. Debate.
- Mochón Morcillo, V., Beker, A., (2008). Economía, Principios y Aplicaciones, Argentina, Ed. Mac Graw Hill.
Cátedra de Introducción a la Economía, Profesora Silvia Patricia Farías. Universidad Nacional de Quilmes -UNQ- 2020. Argentina.

Fotografía

- Autor: Neil Palmer (CIAT - Flickr): Vista aérea de la selva amazónica, cerca de Manaus, la capital del estado brasileño de Amazonas.
- Atribución de uso libre (Attribution-ShareAlike 2.0 Generic -CC BY-SA 2.0 -Creado el: 19 de abril de 2011