La tragedia del quebracho

Diezmación del quebracho.
Una historia de terror 
por Maximiliano Salomoni


“La Argentina contaba originalmente con formaciones boscosas de gran potencial maderero y leñero que podría haber planificado adecuadamente para su aprovechamiento.

En lugar de esto una explotación desenfrenada desde fines del siglo pasado ha reducido los bosques nativos a un pálido reflejo de lo que originalmente fueron, y quedan a veces sus existencias actuales en una situación tan crítica que solo se puede recomendar su protección total, vedando cualquier tipo de aprovechamiento económico, para intentar preservar así esos escasos bancos de germoplasma que permitan conservar valiosas especies y alentar alguna vez campañas de recuperación de su potencial forestal” (por Juan Carlos Chebez, del libro "Los que se van")


El quebracho fue una de las tantas víctimas que sufrió la diezmación indiscriminada ya sea por comercializar su madera como por el avance “vergonzoso” de la explotación agrícola-ganadera en las provincias de Chaco, este de Santiago del Estero y  noroeste de Santa Fe, lugares que eran hábitats de inmensos y frondosos bosques. Allí existió hasta hace muy pocos años, muchos menos de lo que realmente pensamos, un bosque único en el mundo  “el quebrachal de tres quebrachos” conformado por el quebracho colorado santiagueño, el colorado chaqueño y el blanco.

Un 85% de la superficie original de este bosque se ha perdido, señala el ingeniero agrónomo Jorge Adámoli, director del Laboratorio de Ecología Regional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Es irónico pensar que la provincia de Chaco se llama así en “honor” a la región en la que se asienta “la Región Chaqueña” de cuyas características ecológicas propias queda ya muy poco.


Escenario del crimen: La Región Chaqueña


El Gran Chaco (término quechua que significa chaku: territorio de cacería,  es una de las principales regiones geográficas de Sudamérica. La parte argentina representa el  58 por ciento de la superficie del Gran Chaco Americano. Se reconocen cuatro subregiones: el Chaco Húmedo, el Chaco Semiárido, el Chaco Árido y el Chaco Serrano.
El Parque chaqueño se extiende (o debemos decir, se extendía) en una amplia planicie conformada por masas boscosas heterogéneas y caducifolias que alternan con abras, pampas y raleras. El tipo de vegetación natural dominante era el bosque xerófilo caducifolio, con la distintiva presencia de los quebrachos (Schinopsissp.).

Usos y abusos : Explotación del quebracho
La tragedia comenzó hacia mediados del siglo XIX...


Construcción y combustible. El fenomenal crecimiento demográfico de la región pampeana fue el motivo por el cual los territorios forestales de la zona tropical y subtropical comenzaron a ser explotados en busca de sus preciadas maderas tanto para la incipiente industria de la construcción como para carbón.

Ferrocarril. El desarrollo del ferrocarril, que usaba este combustible en esa época, necesito también de las maderas del quebracho para los durmientes usados en las, cada vez más numerosas, vías férreas. Así las maderas preferidas para este fin fueron el quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii) y también el palo santo (Bulnesia sarmientoi).
Al mismo tiempo este desarrollo del sistema ferroviario posibilitó transporte para las incipientes industrias, y así fue cada vez más “fácil” la explotación de estos enormes bosques.

Extracción de taninos
. El panorama empeoró para el quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae) cuando descubrieron las potencialidades de sus taninos usados para el curtido del cuero. Esta explotación aumentó rápidamente durante la Primera Guerra Mundial, y con ello la extracción desmedida de árboles maduros que son los que más concentración de taninos tienen. Las propiedades curtientes de los taninos obtenidos del Quebracho Colorado fueron descubiertas en el año 1867 por un curtidor francés, Emilio Poisier. Hacia el año 1895 los extractos de quebracho se exportaban a Europa y unas décadas más tarde se transformaron en el extracto vegetal más utilizado en el mundo. A finales del siglo XX, las investigaciones sobre usos alternativos de los taninos permitieron la incorporación de los extractos de quebracho en un número creciente de aplicaciones.

Desmonte para producción de algodón y tabaco. A partir de 1930 el desmonte creció vertiginosamente ya que paralelo a la explotación del tanino comenzó una deforestación sin precedentes en la región para dar lugar al cultivo industrial del algodón. Poco después el tabaco comenzó a tener auge en Salta y Jujuy.

Postes.
 Y por si fuera poco se comenzó a usar los árboles de menor diámetro para la elaboración de postes dobles reforzados, siguiendo por más pequeños para postes simples.



Agricultura. La expansión de la frontera agropecuaria se hizo a expensas del bosque. Para 1914 la sustitución ya se había producido en grandes extensiones.
Debido a todo ésto  la Cuña Boscosa Santafesina casi ha desaparecido.

Ganadería
.  A mediados de los 70’ comenzó la llamada “Conquista de EI Impenetrable" que consistió en una mega deforestación masiva del centro del Chaco Central con el objetivo de ganar terrenos para la  ganadería vacuna.

Soja
. El los 90´ la situación empeoró:  Se prosiguió la deforestación masiva para el cultivo industrial de soja transgénica.

Muebles
. También mencionemos el uso del  algarrobo (Prosopis spp.) para la fabricación de muebles.   
Todos estos desarrollos y explotaciones fueron realizadas sin ningún tipo de previsión, control o proyección hacia el futuro y sin ningún sentimiento de respeto hacia las especies autóctonas, y no hablo sólo de acontecimientos del siglo XIX donde podrían llegar a excusarse de falta de perspectiva y consciencia ecológica, hablo también de acontecimientos más cercanos como el desarrollo ganadero en los 70’ o la plantación de soja en los 90’. 

Consecuencias
Entendamos que aún más grave que orillar al borde de la extinción a las distintas especies de quebracho, es el hecho de que estos árboles juegan un rol importantísimo en la biodiversidad de la región.

Dada la altura del quebracho, que puede llegar hasta los 25 metros de altura, forma una especie de techo en el bosque, debajo del cual crecen otros árboles de madera dura, un estrato arbustivo y otro herbáceo. Sin nombrar las distintas especies animales que allí moran.
Según cálculos realizados por expertos en biología de la conservación, la tasa de extinción que genera la deforestación varía de un modo muy marcado en bosques tropicales: "Para una pérdida del 11% de superficie se prevé una pérdida del 2% de especies, mientras que con 44,8% de pérdida de superficie las pérdidas de especies llegarían al 35 por ciento"- (Cecilia Draghi Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA).

En Santiago del Estero en 1988 la superficie boscosa explotada en lento proceso de recuperación oscilaba entre los 4.00.000 y 5.000.000 ha. en tanto que la zona boscosa semidegradada alcanzaba 2.000.000 ha. En las zonas del monte donde los algarrobales dependían de las papas freáticas y formaban un cinturón boscoso alrededor de las salinas como en el Salar de Pipanaco en Catamarca, su tala es una invitación al avance del manto salino y al despoblamiento. (Juan Carlos Chebez del libro "Los que se van")

La ausencia de una cobertura forestal continúa expone los suelos a la energía calórica, lo que disminuye la disponibilidad hídrica para las plantas por la evaporación y produce la pérdida de estructura del suelo por la volatilización del nitrógeno y del carbono. Literalmente, “se quema” la materia orgánica. En la región también se observan una continua degradación en las áreas con actividad ganadera de tipo extensivo, aumento de salinización y desaparición de ambientes naturales por cambios en el uso del suelo.

Esto ha facilitado el efecto catastrófico de grandes inundaciones durante los hemiciclos húmedos y una denodación por erosión laminar del suelo.

Una posible solución 
“Como virtualmente no existen terrenos fiscales en esa zona, la única posibilidad real de conservación consistiría en integrar una red de áreas protegidas en propiedades privadas para poder conservar muestras representativas de la diversidad ecológica de este tipo de bosques. Se trataría de asegurar fragmentos -actualmente en pie- dispersos en distintos campos, porque si se asegura que sigan existiendo áreas relativamente grandes de hábitat naturales o seminaturales, la pérdida de especies podrá reducirse sensiblemente” (Cecilia Draghi Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA)

El quebracho es una de las tantas especies sobreexplotadas del país. Mi intensión fue tomarla a modo de ejemplo, pero son muchas más las especies nativas que fueron y siguen siendo diezmadas.

Cuando uno era pequeño, la escuela enseñaba que el quebracho era uno de los árboles nacionales más importantes. Por supuesto también explicaban todos los “usos” que se les daba. Es paradójico que esta lista de usos sea la misma lista que escribí más arriba, sólo que al leer ahora “combustible y construcción” por ejemplo, uno puede entender que estas actividades fueron y van de la mano de faltas de valoración, planificación y respeto hacia la especie en cuestión, y que estas actividades han llevado al quebracho al borde de la extinción. No enseñaba esto la escuela.

Un país que no respeta el patrimonio natural que posee la región donde se asienta, que sólo lo “valora” como bien de consumo y producción, que no “usa” los recursos planificando a futuro y protegiéndolos, no merece ser llamado país.

Los ciudadanos que permiten que acontecimientos como estos se sigan realizando y llevando a cavo, no merecen ser llamados ciudadanos.

Para una contextualiación socioeconómica de la explotación del quebracho quisiera recomendar que visiten la siguiente página web donde, con varios artículos, se explica el caso de La Forestal, siniestra empresa argentina de capitales extranjeros ligada a la explotación de esta especie, y que manejó buena parte de la actividad política y económica de un sector del norte argentino a fines del siglo XIX y a principios del siglo XX.

Recomiendo además la película "Quebracho" del director Ricardo Wullicher de 1974, ambientada en la segunda mitad de la década del ‘10, trata el problema de los hacheros del quebracho, explotados sin restricciones por los empresarios ingleses. 



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