por Juan Pablo Amaya
Para comenzar a descubrir al animal que presentamos en esta ocación, es importante tener en mente una serie de conceptos que ayudarán a nuestros lectores a situarse en uno de los caminos que llevo a la construcción de nuestro “mágico y misterioso” planeta.
Fotografía: Adrian Alejandro González
La comadreja, al igual que los hombres, las ballenas y muchos otros más, pertenece dentro del reino animal a la Clase Mammalia, palabra que dio origen al nombre de mamífero que significa: “ser con mamas”, lo que quiere decir que, una vez que las crías nacen, su madre las alimenta con leche que producen las glándulas mamarias, únicas en el reino animal. Esta leche es un alimento con un alto contenido proteico, capaz de cubrir todas las necesidades alimenticias de las crías. Otro rasgo característico de los mamíferos es la presencia de pelos en la superficie del cuerpo.
Pero la comadreja sudamericana, junto con los canguros, el monito de monte, etc. pertenecen a la Infra clase metateria, más conocidos como los marsupiales.
Éstos completan gran parte del crecimiento post parto refugiados dentro del marsupio o bolsa marsupial, succionando las glándulas mamarias de la madre que allí se encuentran. En Argentina las llamamos comadrejas aunque son marsupiales (Didelpis albiventris) y nada tienen que ver con las comadreja común (Mustela nivalis) oriunda de eurasia y norte de América. También se las llama zarigüellas. También muchos las confunden con roedores.
Entonces, éste grupo se distingue de casi todo el resto de los mamíferos, porque las relaciones entre el embrión y las paredes del útero son muy laxas. El embrión permanece muy poco tiempo en el interior de la madre y es expulsado antes de haberse desarrollado por completo. En cuanto sale de la abertura genital de su madre, el embrión se encamina por el vientre al lugar donde están los pezones, a los que se aferra inmediatamente. Las glándulas mamarias figuran en números muy variables y acostumbran hallarse en el interior de una bolsa, el marsupio, situado en la parte posterior del abdomen. En algunas especies el marsupio falta por completo.
Escondidos por la bolsa, o sólo protegidos por el pelo del vientre materno, los embriones toman el pezón, que se dilata hasta ocupar toda la cavidad bucal. En los marsupiales los aparatos respiratorios y digestivos son independientes durante el periodo de desarrollo. De otra forma, puesto que el pezón ocupa toda la boca, el pequeño marsupial se arriesgaría a morir por asfixia. La presencia en el marsupio varía según las especies, pero la mayoría de las veces es larga.
En la actualidad los marsupiales están distribuidos en las regiones australásica y americana. En Argentina en los mas variados hábitats del norte y centro este, y por supuesto en nuestro Parque.