Declaración de la UNESCO

Declaración de la UNESCO
RESERVA DE LA BIÓSFERA


En el año 2008 la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera al Parque Pereyra Iraola.

La iniciativa tiene como objetivo preservar la biodiversidad ante el avance de las edificaciones en esa zona. El dictamen lo protege ante cualquier intento de edificar o desmontar la reserva natural. De esta manera, el Parque Pereyra se convierte en la decimotercer área protegida del país, y se configura como un espacio más que importante para toda la provincia de Buenos Aires, ya que el mismo está erguido como el principal espacio verde del Conurbano sur.

La medida fue adoptada por el Consejo Internacional de Coordinación (CIC) del Programa Man and Biosphere (MAB) de la UNESCO, integrado por 34 estados, tras una propuesta de la cartera ambiental, que data de abril del año pasado. Esta declaración manifiesta la protección de 10.248 hectáreas. Vale destacar que este nuevo "estatus ambiental" concedido por la UNESCO, al Parque Pereyra le permite la conservación del paisaje y las especies, el desarrollo humano y económico de manera sostenible y la posibilidad de forjar un plano logístico vinculado a la investigación científica.

Además, el espacio estaba protegido por la provincia y los municipios, pero este estatus internacional le genera un compromiso mayor a la protección medioambiental y ahora regirá una doble imposición para cuidar la riqueza natural. Una de las características principales del Parque Pereyra, es que la cuenca hidrográfica le permite reponer constantemente los acuíferos subterráneos, además mantiene uno de los pocos habitats naturales que quedan en todo el territorio del Conurbano bonaerense y el gran La Plata. Hoy en día Pereyra Iraola es un pulmón verde extenso que se configura como el mayor, entre las dos principales capitales del país (Capital Federal y La Plata), que terminó en convertirse en el único espacio natural que las separa. Su importancia recala en convertirse en un recurso ecológico, turístico, recreativo, cultural y social, con zonas abiertas al público y zonas restringidas para preservar flora y fauna.

La reserva de biosfera está compuesta por una "zona núcleo", dedicada a la conservación estricta de la biodiversidad, donde sólo se permiten su monitoreo e investigaciones científicas. Luego se ubican un "sector de amortiguación", que admite una actividad humana de "bajo impacto", como turismo o educación, y otro de "transición", accesible a "prácticas para un desarrollo sustentable".